Desde hace unos tres años se viene repitiendo una serie de expediciones al sur de Marruecos, lo que geográficamente se conoce como el Sáhara Occidental. El propósito es localizar fauna que está en vías de extinción o que incluso, oficialmente, se da por extinta. Entre estas especies están las gacelas de Cuvier, las gacelas Dorca, el gato de las arenas, el caracal y el guepardo.
Atrevidas hipótesis. Pero la experiencia nos ha hecho comprender que muchas veces el conocimiento sobre un territorio amplio y de difícil acceso es difuso. Ver fauna desde la ventanilla de un coche, por muy remotas que sean las pistas que se recorren, es complicado.
Esta fauna relicta, que huye del ser humano, después de tantos tiros y matanzas, es sólo negociable a pie.
El equipo humano que compone las expediciones es variable. Eso permite hacer más muestreos. No todos podemos estar en todos los viajes. De esta manera se ha ido cubriendo territorio y van saliendo cosas interesantes.
La mayoría son biólogos. Hay herpetólogos, especialistas en carnívoros, amantes de los murciélagos, buscadores de felinos y fans del camachuelo trompetero. Tienen amplia experiencia en el campo, dado que en sus trabajos habituales se dedican a salvaguardar especies emblemáticas de la península ibérica como el lince o el águila imperial. Sin embargo es un hecho que, más que salvar ejemplares, dicen, lo que se trata es de salvaguardar un medio, un ecosistema, en el que estos iconos de la fauna sean piezas que encajen perfectamente.
Además del interés personal que dio lugar a estos viajes, la recolección de datos nutre tesis doctorales y proyectos de conservación en las que están involucrados centros de investigación. El fin último es despertar el interés por la conservación de esta menguante fauna, y propiciar la creación de reservas naturales en las que pueda sobrevivir.
Lo único que ha permitido a estos animales seguir con vida es la inmensidad del territorio. Pero los avances tecnológicos los acosan sin piedad. Prismáticos cada vez mejores, vehículos que entran en cualquier parte, armas de precisión, GPS, telefonía móvil. Tecnología que mezclada con miseria y avaricia pone en bandeja a los últimos ejemplares.
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